Hacia un modelo de liderazgo sinodal: Reflexiones a partir del Evangelio de Juan
Rekha M. Chennattu, R.A.
6 de mayo de 2022
Fragmento de su intervención durante el 46.º Capítulo General.
Algunas implicaciones prácticas y desafíos basados en experiencias personales
1. El modelo joánico de liderazgo de alianza-amistad promueve tanto una mayor participación como una responsabilidad compartida y está en conformidad con la espiritualidad de la sinodalidad. En palabras del Papa Francisco «El camino de la sinodalidad es el camino que Dios quiere de su Iglesia en el tercer milenio. … es caminar juntos, estar juntos en el camino de la fe y eso concierne a todos. … pero no elimina la diferencia de función, de ministerio y de tareas».14 En el contexto de nuestras congregaciones, la sinodalidad incluye a todos los miembros profesos de la congregación que asumen la responsabilidad de su vida y misión para nuestro tiempo.
2. El modelo de animación alianza-amistad no es jerárquico, sino recíproco. No significa que todos tengan el mismo papel en la comunidad. Por el contrario, implica el respeto y la aceptación de cada uno como diferente y el papel de cada uno como irrepetible en la comunidad. Entendemos aquí la igualdad no como uniformidad, sino como equidad, que por naturaleza promueve la diversidad y la pluralidad. Muy a menudo olvidamos este aspecto recíproco o del «uno al otro» y la responsabilidad colectiva. Se trata de una animación recíproca en la que cada uno tiene algo que escuchar, algo que ofrecer, algo que aprender y algo que realizar, siempre a favor de lo que se discierne como las opciones de Dios. Este modelo trata de tener en cuenta tanto los talentos e intereses individuales como nuestro carisma y nuestra misión comunes.
3. El liderazgo joánico sólo es posible cuando nosotros (tanto los líderes como los seguidores) hemos alcanzado la libertad interior. Sólo puede funcionar cuando somos personas maduras, libres, seguras y equilibradas. La libertad interior se refiere a la libertad desde dentro que nadie más puede dar o destruir. Es una disposición interior: la forma en que vemos e interpretamos las cosas, la forma en que nos relacionamos con los demás y la forma en que respondemos a las diferentes situaciones, tanto sencillas como complejas. El conocimiento de uno mismo y la atención plena son las claves de esta libertad interior. La gracia de Dios siempre está ahí, pero tenemos que permanecer abiertos para recibirla.
Escucha la conferencia completa en Spotify:
Lee la conferencia completa aquí: Rekha Chennattu – Hacia un modelo de liderazgo sinodal_ES